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Servidor de archivos vs. NAS: ¿qué usar para el almacenamiento local?

por Team Ninja   |  
traducido por Karina PicoCatala
Una imagen de servidores que representa la diferencia entre servidor de archivos y NAS nas vs. servidores de archivos

Hay varias formas de añadir almacenamiento de datos accesible a una red doméstica o empresarial. Cuando se trata de almacenar datos, las empresas tienen varias opciones entre las que elegir. Existen opciones como el almacenamiento de conexión directa (DAS) , las  redes de área de almacenamiento (SANs), el almacenamiento en la nube, etc. que ofrecen sus propias ventajas. Sin embargo, no todos los equipos son iguales. Determinar la mejor solución es un reto, especialmente para las empresas pequeñas o los usuarios domésticos que no necesitan necesariamente las características y capacidades que requieren las grandes organizaciones.

Entre las soluciones más comunes para elegir están la nube, los servidores internos y el almacenamiento conectado a red (NAS), que es diferente de la red de área de almacenamiento (SAN). Cada uno de ellos tiene ventajas y desventajas en términos de capacidad de expansión, personalización, coste, despliegue y facilidad de uso. Veamos con más detalle cómo las pequeñas empresas pueden tomar la decisión más informada sobre NAS vs. servidor de archivos.

Para un rápido recorrido, echa un vistazo a nuestro vídeo NAS vs. servidor de archivos: ¿qué usar para el almacenamiento local?

De qué tratará este artículo:

  • ¿Qué es un servidor?
  • ¿Qué es un NAS?
  • Ventajas y desventajas: NAS vs. servidor de archivos
  • NAS vs. servidor de archivos para pequeñas empresas
  • ¿Nube o NAS?
  • Elección de los dispositivos NAS 

Tanto los servidores de archivos como los dispositivos NAS pueden facilitar el intercambio de archivos entre los dispositivos de una red. Sin embargo, la forma en que lo hacen es muy diferente. Mientras que los dispositivos NAS se venden como soluciones sencillas, el típico servidor de archivos ofrece un hardware más potente y una mayor funcionalidad.

Aunque tanto un servidor de archivos como un dispositivo NAS permiten a los administradores controlar quién tiene acceso a determinados archivos y carpetas, la diferencia entre NAS y servidor radica principalmente en su enfoque y diseño. Un servidor de archivos suele ofrecer más personalización, opciones de configuración de seguridad y controles de acceso más granulares.

Esta es solo una de las principales diferencias. Para profundizar, veamos los pros y los contras de cada uno.

¿Qué es un servidor?

Aunque puedan parecer complicados para los no iniciados, los servidores son esencialmente ordenadores diseñados para mantener el 100% del tiempo de actividad. Pueden ir desde pequeñas torres de sobremesa adecuadas para ese fin hasta complejos racks de dispositivos con amplia funcionalidad.

La consideración clave es que los servidores están diseñados para funcionar todo el tiempo al servicio de la red, proporcionando el almacenamiento y la potencia de procesamiento en formas que se configuran a medida para satisfacer las necesidades de los usuarios.

¿Cuáles son las ventajas de un servidor?

  • Personalización. Los servidores se han diseñado específicamente para una configuración personalizada y pueden montarse o modificarse para que el hardware se ajuste exactamente a lo que necesita la organización.
  • Rendimiento. Los servidores ofrecen un rendimiento superior con procesadores más rápidos, más RAM y sistemas operativos dedicados, lo que les permite gestionar aplicaciones exigentes, alojar software cliente-servidor y proporcionar sólidas herramientas de administración de red.
  • Flexibilidad. La potencia de procesamiento entra en juego con casos de uso de alta demanda, como los servidores multimedia que necesitan transcodificar medios a diferentes formatos. Los servidores pueden ampliarse fácilmente para satisfacer las crecientes demandas de tu empresa, lo que resulta crucial para las empresas que prevén un crecimiento futuro y necesitan una infraestructura de servidores robusta y adaptable.

¿Cuáles son los contras de un servidor?

  • Coste. Tal y como se ha establecido, los servidores están diseñados para una configuración personalizada, lo que puede tener un precio. El hardware fabricado a medida es más caro, ya que requiere componentes especializados y puede implicar mayores costes de mano de obra para su montaje e integración.
  • Mantenimiento. Los servidores también requieren una mayor intervención administrativa para su configuración y mantenimiento, ya que exigen conocimientos especializados, supervisión continua y, potencialmente, actualizaciones periódicas de software y parches de seguridad.
  • Consumo de energía. Los servidores suelen consumir más energía que los dispositivos NAS debido a sus componentes de mayor rendimiento, como procesadores más rápidos y más memoria RAM. Esto puede traducirse en mayores costes energéticos, especialmente cuando se utilizan varios servidores durante periodos prolongados.

¿Qué es el almacenamiento conectado a la red (NAS)?

Un NAS (almacenamiento conectado a la red) es un servidor de almacenamiento de datos que permite el acceso a archivos a los ordenadores de una red. Se considera una alternativa ideal a los servidores. Tal como se indicó antes, normalmente se ofrecen como equipos preensamblados para un uso inmediato (plug and play), aunque también es posible montarlos.

¿Cuáles son las ventajas del almacenamiento en red?

  • Coste. Un NAS básico es más barato que un servidor básico con la misma cantidad de almacenamiento, ya que está diseñado específicamente para el almacenamiento y el uso compartido de archivos, a menudo con una configuración de hardware más racionalizada y menos costosa.
  • Simplicidad. Un NAS tiene un diseño de propósito único que favorece su simplicidad. Una vez comprado y/o montado el dispositivo, el proceso de configuración es sencillo. Por lo general, solo es necesario alimentarlos y conectarlos a la red para ponerlos en marcha.
  • Escalabilidad. Muchos dispositivos NAS ofrecen la posibilidad de añadir más almacenamiento según sea necesario. Con bahías de unidades adicionales o conexiones externas, ampliar la capacidad de almacenamiento es relativamente sencillo sin necesidad de revisar el sistema por completo.

¿Cuáles son los contras del almacenamiento en red?

  • Personalización. A diferencia de los servidores, los servidores conectados a red suelen ser menos personalizables, lo que limita la capacidad de modificar los componentes de hardware, instalar software especializado o configurar funciones de red avanzadas para satisfacer necesidades empresariales únicas.
  • Mantenimiento. Las reparaciones de NAS suelen ser más difíciles de realizar que las de los servidores de archivos, ya que los dispositivos NAS son unidades autónomas con opciones limitadas de modificación o sustitución de componentes.
  • Punto único de fallo.  En una configuración NAS básica, todos los datos residen en un único dispositivo. Si la unidad NAS falla (por problemas de hardware, cortes de electricidad u otras circunstancias imprevistas), todos los datos quedan inaccesibles. Esto supone un riesgo importante para las empresas que dependen en gran medida de sus datos almacenados.

NAS vs. servidor de archivos para empresas pequeñas

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Un dispositivo NAS se presenta como una solución menos complicada a los problemas de almacenamiento y compartición de archivos de una empresa dentro de una red. En concreto, los fabricantes de NAS se apoyan en la idea de que los empresarios buscan la solución más sencilla para resolver este problema, y que la configuración de un servidor de archivos tradicional es demasiado complicada para satisfacer esa necesidad.

Además, el NAS se vende como una opción atractiva por su precio. Dado que un dispositivo NAS suele ser menos caro que un servidor de archivos con especificaciones de almacenamiento similares, puede parecer una forma más rentable de satisfacer la necesidad de compartir y almacenar archivos. Sin embargo, para decidir entre un servidor o un NAS hay que tener muy en cuenta la escalabilidad, la personalización y la funcionalidad general para las necesidades específicas de su empresa.

Ambas afirmaciones son generalmente ciertas, pero hay dos problemas clave con los dispositivos NAS que deben sopesarse frente a estos puntos de venta.

La primera preocupación es que los sistemas NAS son implementaciones propietarias de un estándar abierto. Un servidor de archivos tradicional de Windows es esencialmente una implementación abierta, lo que significa que puedes acceder a él, configurarlo, sincronizarlo, protegerlo y utilizarlo como quieras. Los dispositivos NAS quitan esa libertad al bloquear esencialmente el potencial del servidor detrás de una interfaz frontal «fácil de usar». De nuevo, cuando se simplifica la tecnología, normalmente hay que quitarle muchas de sus características.

El problema que esto crea es una especie de falsa simplicidad que en realidad va en contra del objetivo de tener servidores en primer lugar. Aunque un NAS podría hacer mucho más, se limita a propósito para que sea más sencillo de utilizar. En esencia, se trata de gastar el dinero necesario para obtener el 90% del camino hacia una solución de hardware, y luego tener buena parte de ese potencial bloqueado encima.

En resumen, la pregunta no es realmente «¿NAS o servidor de archivos?”, sino “¿necesita tu empresa un servidor, en general?».

Si la respuesta es un sí rotundo, entonces casi con toda seguridad sacarás más provecho de un servidor que limitándote a un NAS. Si no lo tienes claro —o si realmente solo necesitas un poco de almacenamiento compartido—, tu opción más prometedora probablemente será la nube.

Los dispositivos NAS son, en cierto modo, un vestigio de una época en la que los equipos de TI y los dispositivos de red tenían que permanecer físicamente en la oficina. Hoy en día, los trabajadores no necesitan estar en la oficina, por lo que la nube se ha convertido en la solución preferida para la mayoría de las necesidades empresariales de almacenamiento y uso compartido de archivos.

Dado que las opciones en la nube son asequibles, escalables y fáciles de usar, hacen prácticamente todo lo que un NAS estaba diseñado para hacer… pero normalmente mejor. Aun así, es cierto que puede resultar útil tener una copia local de tus archivos en un NAS, o conservar uno para archivar archivos antiguos que no quieras pagar por almacenar en la nube o que podrían ocupar espacio innecesario en tu almacenamiento en la nube.

Cómo elegir entre un NAS y un servidor de archivos

Todavía hay algunos casos puntuales en los que un NAS puede seguir teniendo sentido. Si perteneces a ese pequeño grupo de casos en los que la nube no es una opción viable, tendrás que evaluar algunos puntos adicionales para determinar si un NAS es una alternativa adecuada. Decidir entre un servidor y un NAS implica evaluar factores como la escalabilidad, la complejidad operativa y las necesidades de almacenamiento específicas de tu organización. Ya hemos tratado muchas de estas consideraciones en los pros y contras, pero repasemos los puntos principales:

Facilidad de uso: el NAS es más básico que un servidor de archivos, ya que no necesitas administradores de sistemas para gestionar el hardware o los datos.

Funcionalidad: ten en cuenta el tamaño de tu organización y cuánto planeas crecer en el futuro. Los sistemas de almacenamiento conectados en red suelen considerarse viables para pequeñas oficinas que comparten archivos entre dos o tres dispositivos. Escalar más allá de eso en el futuro implica más compras y más unidades o dispositivos adicionales.

Espacio disponible: una instalación NAS normalmente no requiere mucho espacio, mientras que incluso algunos servidores básicos pueden necesitar un rack del tamaño de un pequeño armario. Los servidores de sobremesa no ocupan mucho más espacio que un PC normal, y el almacenamiento en la nube no ocupa espacio físico en absoluto.

Seguridad de los datos: la seguridad suele ser mejor en un servidor de archivos o en la nube que en un NAS, simplemente porque los administradores de TI y los proveedores de servicios en la nube cuentan con expertos en ciberseguridad encargados de proteger esos activos. Los dispositivos NAS a menudo limitan las medidas de seguridad que puedes implementar en tus sistemas.

Capacidad de compartir: elige un almacenamiento conectado a la red que permita controlar el acceso de los usuarios, clave para la seguridad de los datos. Poder conceder o revocar los derechos del usuario de forma temporal o permanente mientras los datos se mueven dentro y fuera de la red ayudará a evitar costosas brechas de datos o problemas de cumplimiento.

Conclusión

El almacenamiento electrónico de datos es un aspecto importante de cualquier empresa moderna. Desde las pequeñas empresas hasta las grandes corporaciones, todos necesitamos formas fiables y seguras de compartir y almacenar datos.

Existen varias opciones y dispositivos excelentes que nos ayudan a almacenar y compartir esos datos. Durante muchos años, el servidor de archivos tradicional ha sido la opción preferida, en la que un ordenador actúa como servidor centralizado y almacena los datos para que todos los demás ordenadores puedan acceder a ellos. El siguiente paso en esa evolución fue el servidor conectado en red (NAS), una opción rentable y sencilla. Aunque esta opción tiene un par de ventajas, los avances en la tecnología de la nube han eliminado casi por completo la necesidad de sistemas NAS en un entorno de pequeña empresa.

Para quienes aún encajen en esos casos puntuales en los que un NAS sigue siendo una opción viable, hemos recopilado las consideraciones más importantes que debes tener en cuenta antes de elegir una solución.

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